Argentina: la fina línea entre ser potencia y un país pobre



A finales del siglo XIX y a comienzos del XX, Argentina era una de las economías más fuertes del mundo y tenía potencial para ser uno de los más ricos y tener gran poder, pero parece que esas premisas no se han cumplido. En la actualidad, es uno de los países más pobres de Sudamérica, con una crisis económica que a día de hoy parece no tener solución. 

Las claves de la economía argentina cuando era potencia fueron la exportación de bienes agrícolas (de hecho, se le consideraba el "granero del mundo"), la inmigracíon argentina, principalmente desde Europa, lo que hizo que su fuerza de trabajo aumente, y con la construcción de infraestructuras y puertos. La producción agrícola tenía una gran demanda en los mercados internacionales, pero en 1929, con la llegada de la Gran Depresión, el precio de los productos básicos disminuyó, por lo que los ingresos argentinos bajaron. Argentina tenía deuda contraída con el exterior, y al disminuir sus retribuciones no fue capaz de pagarla, suspendiendo el pago de forma temporal en 1931, aunque posteriormente lo reanudó. 

En 1931 Argentina abandonó el patrón oro y en 1933 se consumo definitivamente. Esto provocó una devaluación del peso argentino y el descontrol de la inflación, un problema que a día de hoy persiste. 
Aún así, sin ser lo que era previamente, Argentina seguía siendo uno de los principales países de América del Sur, y no estaba en la situación económica actual, con una crisis inflacionaria que es ya persistente y que parece que nunca se va a solventar. 

El problema de Argentina llega con la crisis argentina en 2001 cuando, tomando como datos los del libro "Esta vez es distinto" de Reinhart y Rogoff,  Argentina llegó a tener simultáneamente 5 tipos de crisis, ya sea inflacionaria, pasando por una crisis financiera, bancaria y cambiaria y llegando a una de impago.

En la década de los 90, el gobierno argentino estableció una paridad fija entre el peso argentino y el dólar para controlar la inflación, pero esto provocó que las exportaciones bajaran pues fue un tipo de cambio sobrevaluado, es decir, se estableció un valor mayor para el peso argentino que el valor real en el mercado de divisas, y también provocó la acumulación de deuda en dólares lo que, al disminuir las exportaciones, hizo que disminuyeran los ingresos del país y que esa deuda fuera insostenible, lo que llevó a una incertidumbre económica que llevó a los inversores a llevar el dinero fuera del país. Para poder realizar el pago de deuda, se indujo inflación que finalmente se convirtió en descontrolada. Para finalizar,  Argentina incumple en el pago de gran parte de su deuda soberana, llevando a una crisis económica, social, institucional... que a día de hoy sigue afectando al desarrollo del país. 

Así llegamos hasta el día de hoy. Argentina cuenta con una tasa inflacionaria de las más grandes del mundo, con un 142% en Octubre y con una moneda muy devaluada. Todo parece no tener fin y la solución parece estar lejos de llegar. De mientras, la tasa de pobreza sigue aumentando y actualmente más del 40% del país se encuentra en situación de pobreza. 




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